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Has escuchado alguna vez frases como: “tú tienes la culpa de vivir así” o “estás así porque quieres”. A veces nos lo dice algún conocido o persona que apreciamos. Pero, en más ocasiones de las que somos conscientes, es nuestra propia voz la que nos lo repite una y otra vez, cuando experimentamos disgustos, separaciones, malos resultados, incomprensión, engaños o reveses que hacen cambiar nuestro mundo a tonos grises.
Si analizamos detenidamente esas frases, todas llevan la intención de juzgarte y sentenciarte. Basta que lo creas e inconscientemente les das el poder de llevarte a una prisión mental, con los grilletes y todo. A partir de ese momento, cumples una condena que puede llegar a ser perpetua.
Lo sorprendente es que, de ese modo, decidimos sin presiones y por cuenta propia, crear y vivir una realidad de dolor. El sufrimiento se transforma en queja y nos quedamos dando vueltas en nuestro propio eje mirando hacia dentro. Y cuando tenemos el coraje de levantar el rostro y darle una mirada al entorno, nos encontramos con nuestro propio reflejo: otras almas prisioneras de sí mismas, que nos ayudan a perpetuar el dolor.
¿Cómo podemos cambiar esa realidad de forma consciente? En primer lugar, es imprescindible que descubras qué estás reflejando. Un ejercicio poderoso que utilizo en mis sesiones de coaching te puede ser útil. Consiste en hacerte dos preguntas ¿qué es lo que admiras de las personas? y ¿qué es lo que más te disgusta de la gente? Una vez que dispones de un listado de las respuestas, pregúntate si lo que admiras o te molesta de las personas son características tuyas. Te sorprenderás al darte cuenta de que más del 80% de lo que has anotado, coincide contigo porque en algún momento de tu vida te mostraste de esa manera.
Después de ponerle mente y corazón al ejercicio, debes actuar para cambiar tu realidad y convertirla en un reflejo consciente. Aquello que te disgusta ¡modifícalo! y lo que admiras magnifícalo e impleméntalo en tu vida diaria. Poco a poco te irás dando cuenta cómo entra en tu vida ese rayo de luz que estabas buscando y paso a paso te encaminarás a tu realidad soñada, llena de optimismo y ganas de vivir,
